Kawara,Madrid, El Cairo

Aunque la nube no se haya disuelto,la vida sigue...sigo levantandóme cada mañana, que ya es mucho, sigo peleando.
Madrid ya vuelve a estar al borde del "completo", y es curioso que sintiendo un fuerte deseo por el aislamiento, me produzca una agradable sensación ver las calles inundadas por rios de gente.
Esos rios que no entran en pequeñas calles... Aduana, por ejemplo, donde hemos descubierto un genuino restaurante japones Kawara...yo lo definiría mejor como casa de comida, por lo acogedor y sencillo.Me he vuelto a encontrar con mi sopa favorita, Miso.

Y de los aires japoneses en Madrid, vuelo a El Cairo sin querer...una llamada inesperada de Ana (cuanto se la hecha de menos) que pasa allí algunos días de sus vacaciones .
Me cuenta que no liga...que lo única oferta es una compra y la valoran en unos dos mil camellos apróximadamente....
Ana, que a estas horas estaría lista para trescuartear, metida en la cama en un hotel del Cairo, mientras en Madrid, en pocos minutos, volveré a encontrarme en el mismo garito de siempre...es que conozco al dueño ; )