De lágrimas y esperanzas

Será la sexta Navidad que paso de nuevo en Madrid, fueron muchas otras Navidades en Barcelona que han quedado atrás, con todo el dolor que eso me supone.
Decidí acabar con la tiranía del hombre que era mi marido, y regrese a mi ciudad, a mi Madrid, sola, dejando mis hijas allí.
Allí quedarón los gritos, los desprecios, las miradas por encima del hombro, tantas y tantas lágrimas...
Y a mi regreso cargada con los pedacitos de mi alma y mi vida, sin ningún esquema para volver a recomponerlos, sin pensamiento alguno de volver a estar con otro...el amor me encontró, me topé con él sin querer...y empezamos a andar despacito un camino, un camino lleno de problemas e ilusiones, caidas y saltos, un camino de seis años y medio a tu lado mi amor.
Apaciguando mis miedos, jugando con mis lágrimas, tirando de mi.
Ya no creía en el amor...en la pareja...se me había olvidado el gozo del sexo y todo resurgió como resurge la vida en primavera.
Había oido muchas historias sobre la noche de San Juan, desde esa noche, se qué al menos para mi, es mágica.
Te encontré cuando más te necesitaba sin saber siquiera de ti, y apartir de ese momento mi vida cambió.
Gracias por tus desvelos, por tus mimos, por tus besos, tus abrazos, por hacerme querer seguir viviendo.
Otra Navidad más para los dos.