De cambios...

Hace tiempo, tanto que ni recuerdo cuanto, decidí plantar la semilla del cambio en mi vida...y cada día trabajaba duro en el jardín para que creciese fuerte y en orden.

Hubo momentos para sentarse a ver si asomaba algún resquicio de vida de entre la tierra, y en ocasiones, desesperanzada y cansada me sentaba para tomar unos días de descanso, sintiendo la derrota de nuevo llenar la regadera.

Pero, no sé exactamente cuando ocurrió que todo empezó a cambiar vertiginosamente, quizá cuando yo misma me dije que ya no era capaz de controlar todo por todos, cuando me pedí perdón por tanto odio hacía mi persona, cuando me prometí ir en busca de un poco de valor atrever a quererme un poco más.

Entonces surgió la magia, y el brote ...y comenzó a crecer a pasos agigantados.
Día a día, y con ánimos renovados, fuerza y muchas sonrisas contemplo como sigue creciendo mi cambio, que se ha convertido en un espléndido ejemplar del que me siento muy orgullosa.