Fingiendo

Aug 29, 2010






Ya me siento exhausta de fingir que todo va bien, que soy feliz, que todo es maravilloso, de abrir mi saco mágico y descubrir una afable sonrisa cuando interiormente lucho por contener las lágrimas, cuando hay mañanas en las que no encuentro motivo para poner los pies en el suelo.

Todas esas heridas infringidas por otros y por mi misma no están ni de lejos contenidas, por más que me empeñe en mostrar al mundo lo fuerte que soy, lo despreocupada, no, NO.

Soy una imperfecta humana con muchos defectos y muy pocas virtudes,si me quitas esta capa externa , mis cicatrices te causarán angustia.Pero ya no me apetece seguir maquillándolas, gastar tantas y tantas energías en mostrar a los demás lo que quieren ver, y yo? que quiero ver yo? pues sinceramente ya no lo sé, ya no sé quien soy, y mucho menos que hago aquí, o donde voy...

De tanto tragar dolor, las ilusiones se desvanecen , como los frágiles sueños en verano.

Hoy me ha venido a la mente ese sentimiento de abandono, des protección, de indiferencia...me he vuelto a sentir manipulada por los que amo, "ella siempre esta ahi" " ella siempre dice si" y ya no puedo más,y recordé el placido sentimiento de paz y tranquilidad mientras lejanamente alguien gritaba, "no la dejéis dormir, que no se duerma..." hace diez años ya, pero como una maldición ha vuelto con fuerza a mi.

Necesito la fuerza para ver que camino tomar, pero me temo que ya jugué mis cartas y no voy a tener uns segunda oportunidad





Me caí del mundo y no se por donde se entra...

Aug 6, 2010

No se sabe del todo la autoría de este artículo, en principio se le ha atribuido a Eduardo Galeano, pero este lo ha desmentido.
Sea como sea, es tan genial que merece ser divulgado y disfrutado:


Lo entenderán mejor los que tienen una cierta edad.
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de… años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan .
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De ‘por ahí’ vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el ‘guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo’, pasarse al ‘compre y bote que ya se viene el modelo nuevo’.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver.. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía ‘éste es un 4 de bastos’.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden ‘matarlos’ apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: ‘Cómase el helado y después tire la copita’, nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero.. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la ‘bruja’ como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la ‘bruja’ me gane de mano y sea yo el entregado.

Una dulce caricia

Jul 24, 2010





Hoy simplemente me dejo envolver por una sorprendente y dulce voz, me gusta este tema y esta versión me calma, me abraza y me transporta a un sitio mejor...




Bajo presión

Jul 23, 2010





Ya que nada puedo hacer por evitarla, creo que será mejor ofrecerle mi mejor cara, ponerle un buen ritmo y tratar de engañarla.

Se necesita asistente personal, mayordomo y puestos a pedir : amante ; ) simplemente para aliviar la presión...




Más que palabras

Jul 8, 2010





Mirando hacia dentro puedo confirmar con cierta rotundidad que me siento más emocional que expresiva estos días, hay ciertas cosas que difícilmente podría describir, el tacto del barro en mis manos, el olor a lluvia, ese vuelco al corazón al recibir una llamada equivocada, el sabor de las lagrimas...

No, ni siquiera me esfuerzo en encontrar esas palabras , por que todas ellas serían incapaces de reflejar la emoción que me aportan, y acudo a las imágenes y a la música, así es como me siento hoy , serena, con las emociones a flor de piel y dejando que los recuerdos me visiten sin que me hieran...

Resistiendo

Jul 3, 2010





Como una marioneta con las cuerdas rotas, haciendo equilibrios para no caer.
Resistiendo al dolor y demás comparsa.
Guardando mis gritos en lo más profundo de mi ser y sonriendo para que nadie se percate de mi debilidad.
Hoy ha vuelto a llover, a oler a tierra y hierba mojada, a oír las miles y miles de gotas llamar a la ventana, y me he repetido:
Ama a quien te vio cuando te sentías invisible....




Cruzando puentes

Jun 18, 2010





Son los primeros pasos, me costo tomar la decisión pero no podía seguir allí perenne, ha sido un alivio abrir la mochila y deshacerme de asuntos dolorosos que me llevan únicamente a eso, al dolor, y como de dolor voy bien servida, para que voy a cargar con lo innecesario...

He borrado lineas para perder la pista.

Quiero un nuevo camino, ni más fácil ni más bello...un camino, simplemente.

Tengo que seguir cruzando este puente, por que es lo tengo frente a mi y no voy a volver la vista atrás.

Ahora sí elijo yo, el ruido o el silencio .Y para esta herida y dolorida guerrera nada le resulta más gratificante que el precioso silencio que le permita escuchar su corazón, ese que normalmente habla tan y tan bajito.

Mientras toca prepararse para abrir las puertas de Coricia el lunes, pero antes, otro largo y solitario fin de semana por delante.